El Partido Popular ha aprobado hoy en sesión plenaria el Presupuesto Municipal para el año 2.009, un Presupuesto que endeuda a la ciudad hasta poner en peligro la prestación de servicios en los próximos años. Pedro I el "Austero " Folclórico y Pepito Grillo Navarro, pocos días después de hablar de austeridad no hacen un mínimo esfuerzo por recortar el gasto y lo incrementan en 50 millones de euros.
En un contexto económico como el actual de crisis, que afecta en mayor incidencia a las familias, el Partido Popular decide rebajar el Presupuesto en todas las materias sociales y de apoyo a los ciudadanos como educación, mujer, infancia o algo tan importante como la promoción de empleo, sin embargo, presupuesta 1.050.000€ solo para propaganda.
El PP aprueba un Presupuesto que sube los impuestos a las familias torrejoneras que en algún caso, como el IBI se incrementa hasta un 8% y además vende todas las parcelas que tenía Torrejón e incluso se plantea vender parcelas “que no tenemos todavía”.
El Partido Popular, que en su primer año de Gobierno va a terminar con un déficit de mas de seis millones de euros en las arcos municipales, derrochando en fiesta constante y propaganda, decide ir más allá en el 2.009 y endeuda a Torrejón hasta el límite máximo permitido por Ley, poniendo en grave riesgo la posibilidad de seguir prestando los servicios básicos en los próximos años.
En tan solo un año, el tándem Pedro-Navarro ha decidido acabar con el poco patrimonio que tiene esta ciudad, vendiendo 9 millones de euros y acabando así con las pocas parcelas que tenemos. Todo para poder seguir derrochando en fiestas y propaganda al ritmo que viene haciendo. Es tal la irresponsabilidad en el despilfarro que, tras vender todo el suelo disponible, decide recalificar parcelas industriales en residenciales, de modo que pueda seguir gastando el dinero de todos los torrejoneros en sus caprichos.
Lejos de diseñar un Presupuesto que ayuda a las familias torrejoneras en tiempos de crisis, incrementa impuestos, con un gasto en propaganda de forma desorbitada y elimina las políticas de promoción de empleo y formación, en una actitud de irresponsabilidad inadmisible y de una gestión económica desastrosa.
